Nº 48:

Hoy es a la angustia recurrente a quien le abro las puertas de mis entrañas para que se aquiete ahi por causa justa y necesaria, luego se introduce en el recorrido del torrente espeso de mi sangre, se centra en espacios inciertos, luego me toma de la mano y es incapaz de comprender que elijo mi soledad antes que ir caminando por mi vida junto a ella, pues me quiere guiar, se transforma en un vaso de agua salada en medio del desierto, me traiciona y pretende poseer este frasco que me lleva hacia mi destino.
Me siento a escribir y converso con ella, pues solo desea que la comprenda, me asegura que esta dentro mio y que requiere de mi ayuda para ser libre, no me deja alternativas, la escucho y le creo, no comparto sus formas, pero las respeto y ahora soy yo quien la toma de la mano y la ayuda a salir, se eleva lentamente hasta mis ojos, levanto la mirada y me observo en el reflejo precario del contenido de una taza de te frio, una pupila dilatada me anuncia que algo esta por brotar, y es una lágrima transparente, como este dolor, la que recorre mi mejilla susurrando que conserve la calma, pues el dolor ya esta sanando, asi como el llanto va cesando.