Sube la marea del sentir brotando por una retina desolada, me observo en el reflejo ínfimo de la cuchara que me dio de comer, y allí te vuelvo a encontrar de forma sinuosa, mística y sagaz.
Se abrieron las puertas de un nuevo cielo con un sol extraviado y una luna tan distante como aquel sueño, y aquí mi reflexión… como ha de existir una estrella sin un cosmos que la ampare? Y desde esta quietud la observo con los ojos cerrados… emprendiendo el camino sabio, triste y doliente en busca de su luz propia, pues desde el firmamento aun no comprendió lo que es brillar, se desprende de este hasta sentir el impacto con un extraño lugar, saborea la calma dulce alquimista y simula vagar. Su mirada perspicaz conserva la mira, mientras que su temperamento vacila.
Las palabras transmutan a coraza, los sentimientos al impulso y las ganas al camino. Arduo el sendero, perseverantes los que buscan, erudito el que se encuentra y sabios los que pudieron comprender que el final es tan solo el comienzo.
Busca afuera lo que perdió adentro, llora cuando quiere reír, ríe cuando quiere llorar, calla cuando quiere hablar, y habla cuando no tiene nada para decir, piensa todo lo que dice aunque no dice todo lo que piensa, la dualidad la cubre por las noches y la despierta por las mañanas, mientras que la paradoja de la vida la acompaña a donde quiera que se encuentre.
11-11-08
Rocio I. Badias
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- No es amor, ni ternura, ni cariño, es la vida entera, la mia... que encontre al verla en tus manos (Frida Kahlo)
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