Nº 77: El Arbol

Hoy por unos instantes baje al mundo, camine por las calles, observe a aquellos seres caminando por la vida, hasta que de un momento a otro lo conocí a él... me conto de sus andanzas, del estar hace años... muchos años reposando en ese trozo de tierra firme, me ha contado de todo lo que pudo observar desde su infancia conservando siempre su lugar

- Esplendorosa creacion del universo... que haces aqui?
- Ay pequeña... siempre me encontre aqui, desde aquel dia en que una pequeña como ti ha venido, acompañada de un padre como yo, a jugar con sus semillas de sauce... y desde ese entonces he estado observando la vida desde aqui... y a ti? que te trae por aqui?
- Hace unos instantes he vuelto al mundo, es que hace algunos años ya estuve aqui... es solo que extrañaba a mi niña, y fue ahí cuando decidi bajar solo por un momento a saludar a un amigo
- Y donde se encuentra tu amigo?
- Creí que aqui iba a estar, pues cuando era pequeña alguien me habia dicho que no podía irme de este mundo sin antes escribir un libro, plantar un arbol y tener un hijo, en no tenia hijo y aún no sabía escribir, asi que pues decidí venir a esta plaza acompañada de mi padre a plantar a mi amigo el sauce, pero sabes una cosa?? parece que aqui no se encuentra... creo que se ha ido a jugar con sus amigos, hace algunos años cuando estuve por aqui me prometió que no se iba ir, él es pequeño, suele bailar con el viento, si... le encanta bailar... tu no lo haz visto?
- No niña, no he visto a tu amigo, hace años que estoy aqui y no recuerdo haberlo visto, sabes una cosa... yo ya soy un anciano y la memoria me suele fallar, pero cuentame mas de ti... ahora haz escrito tu libro? tienes hijos?
- Si, he escrito mi libro, se llama Serenata Taciturna... y si... tambien tengo una hija, pero ella ha muerto hace ya varios años, Inafancia se llamaba, de a ratos confieso que la extraño... y mucho, pero bueno, se enfermo de pequeña, y con el tiempo comprendi que no la podía atar, debí dejarla partir
- Pero como se ha enfermado de tan pequeña?
- Sus ansias de crecer la han enfermado, hasta que tuvo que partir, y la extraño... extraño su manera dulce de peinarse antes de dormir, sustentando que lo debia hacer por si acaso se encontraba con su principe azul en sus sueños, su sonrisa con la que se vestia todos los dias para ir al jardin, sus bigotes de leche chocolatada por la media tarde, sus obras de arte con los crayones en las paredes... si... la extraño..
- Bueno maravillosa... ya sabes... a menudo solemos crecer... yo me vengo viejo, pero si asi lo deseas, aqui tienes un amigo viejo, o un viejo amigo para cuando lo desees..
- Gracias, lo mismo digo, ahora debo partir... mi amigo por lo visto no se encuentra, pero bueno... al menos ya tengo un nuevo amigo... un tanto viejo... pero un nuevo amigo viejo... o un nuevo viejo amigo... en fin... un "amigo"... Gracias... Hasta Siempre...
- Hasta siempre pequeña...

(A mi infancia y a los nuevos y viejos amigos)

Nº 76: Angastaco

Hoy la noche se vistió de gala para mi, Angastaco me ha regalado la visión mas hermosa del firmamento que jamas he visto... los grillos, perros y aves nocturnas se han despabilado, y fue su esplendorosa melodía la que me invitó a fundirme en esta mágica noche con ellos.
Divisé el maravilloso horizonte y allí se encontraba ella, menguando cual arraigo de mis emociones y afectos, jugando a las escondidas entre nubes y montañas.
Mis ojos se alzaron hacia el cielo para observar al mejor espectáculo que mis sentidos pudieron palpar, era una imponente constelación diciéndome que me guiaría hasta el fin de mis días.
Las estrellas sentían su desprendimiento mientras que yo las veía caer como gotas de rocío.
Y de mi?... Que hay de mi? Si una noche como hoy no me salen mas que palabras de agradecimiento por encontrarme en la función mas hermosa que el cosmos me ha regalado.
Hoy siento y creo que no volveré a ver espectáculo como tal, y doy las Gracias a la increible memoria porque de esta noche jamás me podré olvidar.

(Angastaco - 17.03.2009)

Nº 75: A las Ruinas

Dicen que la historia la escriben los que ganan, y yo digo que solo la cuentan aquellos que mas allá de los desarraigos aún saben lo que es tener la frente bien en alto cuando de defender sus valores se trata.
Hoy rumbo a Cafayate puedo sentir como es que la madre tierra me besa los pies, mientras que mi amor se mimetiza con cada montaña, los miedos son como las nubes de mi dulce Amaicha, allí ellas no existen, pues el amor de las montañas le roban protagonismo en cada suspiro del viento que resopla hasta la eternidad, mi alma se funde en el tierno aleteo de las mágicas mariposas, asi es como se encuentra... viva, feliz, alegre, porfin plena de paz...

Nº 74: Compañeros de Ruta

Melodias eternas se plasman en mis oidos cada vez que me detengo a observar la inocencia a flor de piel en cada una de sus sonrisas.
Los recuerdos invaden mi sentir cuando siento fundirme en cada una de sus miradas, y es ahí cuando en algún lugar de mi subconsciente comprendo ya conocerlos desde el mágico día en que la pachamama dió sus maravillosos frutos rotulados como duendes.
La mitología personal se conserva en cada una de sus mochilas a cuestas, pero añun asi en el momento exacto de emprender viaje es cuando esa misma mitología trasmuta a piedras del camino que dieron forma a sus fantasticas esculturas.
Ahora es aquí cuando me encuentro elogiando a lo que el destino supo conjurar en este majestuoso encuento.

(Cafayate - A Mati, Alvaro, Juampi y Nico)