Una lágrima confusa, un suspiro que arde y un sudor que me quema.
Diviso a lo lejos una mano que me invita a seguir, le ofrezco que venga a buscarme pero me exige que vaya por ella. Camino a la intemperie expuesta a todo y cuidándome hasta de mi misma.
Me encuentro con un ser intangible que me aparta de todo y me propone salir a escena diariamente preservando lo sutil.
Se me hace habitual sembrar en mi jardín lo poco que queda de este ser, todo sea por no permitir mi exterminio personal, soy conciente que solo así voy a poder seguir dando cada vez mas y mas, y cuando termine de dar todo, quedando vacía, es cuando me voy a poder sentir mas llena que nunca.
El desorden mismo, el estado de confusión caótica, la causalidad de los hechos, el ir y venir del presente, pasado y futuro, son quienes indican el principio y final de mi búsqueda personal constante, mientras que la ciénaga de estos días perturban la firmeza de la superficie en la cual voy construyendo mi camino.
31.10.07
Rocio I. Badias
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- No es amor, ni ternura, ni cariño, es la vida entera, la mia... que encontre al verla en tus manos (Frida Kahlo)
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